Te siento tan distante y tan cerca a la vez.

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Es rara. Toda ésta situación es muy rara. Pensar que te tengo alado mio todo el día. Te escucho hablar, te siento respirar. Muchas frases me salen a la mente que son el cruel reflejo de ésta situación. Siento que hubo un tiempo perdido, siento que te perdí. Que nada de todo lo que vivimos valió la pena y que de un día para el otro cambiaste. Tu actitud conmigo cambió. Admito que la mía para con vos, también, no suelo manejar bien éste tipo de situaciones. Es feo pensar que es por terceros, prefiero pensar que no sé y que no entiendo que es lo que pasa. Por más que sepa que es lo que pasa, pero realmente no me parece una justificación, siento que es más una excusa. Eso es peor. Que por una simple excusa se corte una relación tan hermosa, que se confundan las cosas, etc. Eso es más que peor. Realmente te extraño. Necesito de nuestras súper charlas sobre la vida, de esos abrazos interminables, de esas miradas cómplices, esas peleas sin motivo, esas noches sin parar de hablar un minuto. Extraño todo lo que hacíamos, todo. Todo. Te extraño.












Te extraño, . . . , que lindo arruinarse con vos.